Comprar un perro de raza o adoptar un perro callejero

¿Qué es mejor, comprar un perro de raza o adoptar un perro callejero? Esta es una pregunta que por lo general divide a los amantes de los perros.

Tal vez la mitad de las personas pueda llegar a preferir un perro de raza, con pedigrí, hijo de padres campeones, ganador de exposiciones y concursos perrunos, y tal vez la otra mitad de las personas preferirá un perro callejero, sin padres conocidos y rescatado del total abandono.

En cualquiera de los dos casos, un perro es un perro y siempre nos brindará todo el amor que le sea posible brindarnos, sin pedirnos nunca nada a cambio.

Pero independientemente de esto, hay algunas consideraciones a tener en cuenta al momento de elegir un perro “de marca”, o un perro “genérico” para que nos acompañe en nuestros momentos de soledad.


Son muy delicados

Los perros de raza, por lo general son animales que necesitan de una serie de cuidados extra que no son necesarios para un perro común y corriente.

Muchas de las finas razas que se pueden encontrar hoy en día y que las personas prefieren para llevar a sus hogares, son producto de múltiples cruces de variadas especies, que transfieren una a una sus debilidades genéticas a su descendencia. Dichas debilidades se traducen en un sinnúmero de enfermedades que pueden llegar a padecer muchos de esos perros y frente a las que es mejor contar con una cuenta bancaria generosa, ya que cuando los perros comienzan a enfermar, sus tratamientos médicos pueden llegar a ser tanto o más costosos que los tratamientos médicos que se le puede brindar a un ser humano.

Problemas de la piel, problemas para respirar, problemas de cadera, problemas cardíacos, etc., son tan solo una pequeña muestra de la incontable cantidad de dolencias que pueden aquejar a un perro de raza y pedigrí, sin mencionar que son mucho más susceptibles a padecer de otras enfermedades si por ejemplo no cuentan con todas sus vacunas.

Su contraparte, el perro callejero, es por el contrario casi inmune a las enfermedades. Necesita de muchos menos cuidados y por lo general gozan de largos años de vida y de vejez, en buenas condiciones de salud.

Quien haya tenido la oportunidad de tener en su hogar estas dos clases de perros, con seguridad habrá notado la diferencia.

El perro callejero, al ser producto de una mejor aleatoriedad genética, es decir, al ser el resultado del cruce indiscriminado de razas, hereda más virtudes que defectos ya que la amplia variedad genética de la que es originario un perro callejero, le hace ser más fuerte en todos los sentidos.

Obviamente, toda regla tiene su excepción, y es posible también que un perro callejero sea propenso a múltiples dolencias y enfermedades, pero como ya se dijo, esto es la excepción y no la norma. Cuando a un perro callejero se le da una segunda oportunidad, es capaz de brillar de la misma forma en que brilla un perro de raza, pero sin necesidad de participar en ningún concurso.

Su mantenimiento es más costoso

Un perro de raza demandará visitas periódicas al veterinario, cuidados especiales con su pelaje, con su piel, gotas para los ojos, gotas para la nariz, gotas para los oídos, alimento canino de alta calidad, etc.

Si usted no cuenta con el dinero suficiente para hacerse cargo de un perro de estas características, entonces lo mejor será que lo piense muy bien dos veces antes de decidirse a comprar un perro que puede costar en muchos casos, varios cientos de dólares, sumado a todo el dinero que consume mensualmente para una buena manutención.

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A diferencia del perro que es considerado “fino”, el perro callejero tan solo necesita de un buen baño una vez por mes, tal vez una visita a la peluquería muy de vez en cuando, su comida puede ser convencional, y en términos generales, siempre demandará mucha menos atención y, por consiguiente, su sostenimiento será siempre mucho más económico.

Vale la pena mencionar también, que nunca o casi nunca, hay que pagar dinero para tener un perro callejero en casa. En casi todas las ciudades del mundo, existen personas que se encargan de recoger a estos animales de la calle, para darles un mejor futuro. Normalmente en esos centros de atención, cualquier persona puede ir a mirar los perros que se encuentran a la espera de que un amigo humano los adopte y les brinde cariño.


A modo de consejo, si se interesa por llevarse un perrito callejero y sin hogar para su casa, deje que sea el perro quien lo elija a usted. Cuando vaya a esos lugares de adopción perruna, váyase de vuelta casa con aquel perro que se haya alegrado enormemente al verlo. Ese perro, será el que lo haya escogido a usted para que sea su amo, y sin duda alguna, le brindará todo el cariño, la lealtad y el amor incondicional que solo un perro es capaz de dar a cambio de nada.

Y finalmente, si decide tener un perro en su casa, o cualquier otra mascota, por favor, sea cariñoso con ese animal. No lleve a ningún animal a vivir a su casa, si usted no es capaz de ser tolerante y de brindar amor a otra criatura. Será una mala experiencia para ambos y muy seguramente, el animal llevará siempre la peor parte.